
La osteocondrosis del cuello es una enfermedad degenerativa-distrófica de la columna cervical, que se caracteriza por daño al tejido cartilaginoso de los discos intervertebrales y las estructuras óseas adyacentes con la aparición de inflamación reactiva y disfunción de la columna.
La osteocondrosis cervical puede manifestarse a cualquier edad. Se cree que en personas propensas a sufrir cambios degenerativos en el cartílago, las primeras manifestaciones de la enfermedad se observan durante los años escolares. De hecho, hoy en día esta enfermedad se ha vuelto mucho más joven, por lo que se diagnostica con mucha más frecuencia en pacientes menores de 45 a 55 años.
En la mayoría de los casos clínicos, la osteocondrosis cervical es el resultado de cambios en el cuerpo humano relacionados con la edad. Entre otras causas comunes de la enfermedad, los científicos también mencionan la predisposición genética, el estilo de vida sedentario, la mala postura, la actividad física intensa en la columna, el exceso de peso y el desarrollo anormal del sistema esquelético.
Se sabe que la osteocondrosis del cuello se diferencia de otros tipos de enfermedades (osteocondrosis torácica y lumbar) en sus manifestaciones clínicas. Esto puede explicarse fácilmente por las características estructurales de la columna cervical y las funciones que se le asignan.
Independientemente del grado de negligencia del proceso patológico, su prevalencia y localización, los especialistas no pueden ignorarlo. Es importante comprender que con el tiempo la enfermedad solo progresará y, en algún momento, tendrá consecuencias irreparables. Por lo tanto, no debe esperar la casualidad ni intentar tratar el problema usted mismo, pero cuando aparezcan los primeros signos de osteocondrosis del cuello, busque inmediatamente ayuda calificada de profesionales.
Síntomas de la osteocondrosis cervical.
Dado que las vértebras cervicales tienen una estructura diferente y también se diferencian del resto de la columna por su proximidad entre sí, es comprensible por qué la osteocondrosis cervical difiere en su apariencia clínica de las variantes de la enfermedad en la región torácica y lumbar. La osteocondrosis suele ir acompañada de dolores muy intensos, alteraciones de la circulación sanguínea normal en los vasos cervicales y pinzamientos de los haces nerviosos.
Entre los principales síntomas de la osteocondrosis cervical se encuentran:
- dolor intenso en el cuello y la parte posterior de la cabeza, dolores de cabeza generalizados, dolor en la parte superior de la cintura escapular y en los brazos;
- debilidad muscular o pérdida de sensibilidad en las extremidades superiores;
- la aparición de un crujido al girar la cabeza;
- movimientos complicados de la cabeza hacia los lados;
- mareos frecuentes, aturdimiento, debilidad general que ocurre cuando se comprimen los vasos del cuello que irrigan el cerebro;
- problemas de memoria y coordinación, problemas de audición y similares.
Durante su desarrollo, la osteocondrosis de la columna cervical pasa por varias etapas, cada una de las cuales tiene sus propias características y se caracteriza por un conjunto de signos clínicos específicos:
- Etapa 1: el comienzo de la degeneración degenerativa-distrófica del tejido osteocondral de la columna cervical, que se acompaña de cambios sutiles en la salud de la persona enferma (tales pacientes pueden experimentar: debilidad periódica, mareos, dolores de cabeza a corto plazo);
- Etapa 2: se produce adelgazamiento y agrietamiento de los discos intervertebrales, que se manifiesta clínicamente por el desarrollo de dolor persistente, debilidad intensa, fatiga y entumecimiento en diferentes partes de la cara, el cuello y las extremidades superiores;
- Etapa 3: se producen hernias de disco intervertebrales, que se acompañan de dolor en la parte posterior de la cabeza, problemas graves con el suministro normal de sangre a los tejidos y condiciones previas al desmayo;
- Etapa 4: el tejido óseo de las vértebras comienza a crecer y comprime las raíces nerviosas, lo que provoca una alteración de su funcionamiento, la persistencia del síndrome de dolor y la aparición de una rigidez severa en los movimientos.
El diagnóstico de osteocondrosis espinal solo puede ser confirmado por un médico durante un examen del paciente y un diagnóstico detallado de su condición. La elección de tácticas de tratamiento eficaces depende de la etapa de desarrollo del proceso patológico, su prevalencia y la presencia de complicaciones. Es importante comprender que el tratamiento de una enfermedad como la osteocondrosis cervical debe ser realizado por un especialista calificado y con experiencia. De lo contrario, el paciente no sólo corre el riesgo de recibir una terapia ineficaz, sino que también se enfrenta a las consecuencias de una atención analfabeta.
Cómo tratar la osteocondrosis de la columna cervical.
El tratamiento de las exacerbaciones de la osteocondrosis cervical debe ser integral. En tales esquemas de terapia, los especialistas pueden utilizar tanto métodos medicinales para aliviar los síntomas de la enfermedad como técnicas de fisioterapia, masajes, fisioterapia y similares.
Independientemente del método para influir en la columna enferma, todos los métodos para tratar la osteocondrosis de la columna cervical tienen varios objetivos:
- eliminación del síndrome de dolor;
- restauración de la sensibilidad perdida en diferentes partes de la cara y extremidades superiores;
- fortalecimiento musculatura y ligamentos que sujetan las vértebras;
- alivio de la inflamación local y reducción del edema tisular;
- eliminación de las consecuencias del pinzamiento de las raíces nerviosas;
- prevención de la progresión del proceso patológico.
Como terapia farmacológica para la osteocondrosis, los médicos suelen recetar a los pacientes medicamentos del grupo de analgésicos, antiinflamatorios no esteroides, relajantes musculares, vitaminas B, glucocorticoides y condroprotectores. La gimnasia terapéutica y la fisioterapia pueden lograr buenos resultados en el tratamiento de la enfermedad.
La corrección quirúrgica de los trastornos de la osteocondrosis de la columna cervical es un último recurso, que se utiliza en ausencia de efecto del tratamiento conservador.
Gimnasia para la osteocondrosis cervical.
La gimnasia terapéutica es un método eficaz para eliminar las manifestaciones de la osteocondrosis, que también ayuda a evitar la progresión del proceso patológico y lograr una remisión estable. Un conjunto de ejercicios físicos se selecciona individualmente. Su volumen y naturaleza dependen del grado de complejidad de la enfermedad, sus manifestaciones clínicas y la presencia de consecuencias de la enfermedad en la persona.
Entre los principales efectos clínicos de los ejercicios terapéuticos cabe destacar los siguientes:
- fortalecer el corsé muscular de la espalda y los ligamentos que mantienen las vértebras cervicales en la posición anatómica correcta;
- alineación postural;
- mejorar el flujo sanguíneo a los tejidos blandos;
- normalización de la inervación.
Es importante recordar que una persona no debe sentir ningún dolor o molestia al realizar los ejercicios. Los ejercicios terapéuticos se pueden utilizar con fines terapéuticos, así como para prevenir el desarrollo de osteocondrosis.
Beneficios del masaje
En la osteocondrosis de la columna cervical, el masaje ayuda a aumentar el tono de la capa muscular y a eliminar el dolor. Hoy en día, los masajistas experimentados utilizan diferentes técnicas de masaje en su práctica, pero las más efectivas para la osteocondrosis son:
- acariciar para estimular las capas superiores de músculos, que comienza desde el área del cuello y se mueve gradualmente hacia el área de la clavícula y la axila;
- frotar, que ayuda a mejorar el flujo sanguíneo y aliviar la tensión;
- apretar, como método para influir en áreas más profundas de la piel, se lleva a cabo agarrando el tejido a lo largo del cuello;
- amasado, que afecta las capas profundas del tejido del cuello y, si se realiza incorrectamente, puede dañar al paciente.
Sólo un especialista experimentado debe realizar procedimientos de masaje. Un enfoque de tratamiento analfabeto puede provocar una exacerbación de la osteocondrosis en el paciente e incluso la aparición de consecuencias graves.
Fisioterapia
Los procedimientos fisioterapéuticos para la osteocondrosis del cuello se pueden utilizar como monoterapia o en combinación con otras técnicas eficaces. Pueden mejorar el estado del tejido muscular, eliminar la hinchazón local y calmar las fibras nerviosas irritadas. Los métodos de fisioterapia más comunes y populares para la osteocondrosis en la actualidad incluyen la balneoterapia, la electroforesis, la terapia UHF, la magnetoterapia, la fonoforesis y la acupuntura.
Terapia manual
Para la osteocondrosis del cuello, ha demostrado su eficacia la terapia manual, que está diseñada para normalizar el flujo sanguíneo en las áreas afectadas, aliviar los espasmos musculares y relajar los músculos paracervicales. Este método permite mejorar significativamente el cuadro clínico de la enfermedad y prevenir sus exacerbaciones. Además, la manipulación manual del tejido previene la progresión del proceso patológico y previene sus complicaciones.
Prevención
Para prevenir el desarrollo de cambios degenerativos-distróficos en la columna cervical, los médicos recomiendan seguir reglas simples, en particular:
- llevar un estilo de vida activo, realizar ejercicios gimnásticos con regularidad, visitar la piscina;
- abandonar los malos hábitos;
- cuando trabaje sentado, tómese un número suficiente de descansos para calentar;
- Cuide un sueño sano y profundo en un colchón ortopédico con una buena almohada.
Cuando aparecen los primeros signos del desarrollo de osteocondrosis cervical, no conviene posponer la visita a un especialista ni automedicarlos. Debe entenderse que solo la prestación oportuna de asistencia calificada en las etapas iniciales del desarrollo de la enfermedad ayuda a eliminar por completo sus manifestaciones desagradables y prevenir la progresión del proceso.



















